Cólicos del lactante: qué son y cómo tratarlos

Los llantos de los bebés son, a menudo, indescifrables y eso despierta preocupaciones entre padres y madres. Uno de los muchos factores que pueden hacer llorar a los recién nacidos son los cólicos, una molestia muy común entre los niños de pronta edad.

En los primeros meses de vida, es muy habitual que el llanto de los bebés despierte inquietudes a los padres y madres. Esto se da porque es muy complicado saber en cada caso si lo que hace llorar al recién nacido es el hambre, el sueño o algún tipo de molestia.

De hecho, existe una que es muy común entre los bebés y que se manifiesta con llantos intensos y duraderos: los cólicos del lactante.

Qué es el cólico del lactante

La principal característica del cólico es la prolongación en el tiempo de un llanto intenso o una irritabilidad en el bebé. Se trata de un episodio común en los bebés lactantes de entre dos semanas y cuatro meses de vida 02.

Síntomas del cólico

• Los signos principales de los cólicos del lactante son 02:
• Llanto intenso, similar a un grito de dolor, sin razón aparente.
• Nerviosismo elevado, incluso después del llanto.
• Decoloración facial con enrojecimiento o rubor.
• Rigidez y tensión corporal. Es habitual que los bebés estiren y tensen las piernas o los brazos, aprieten los puños, arqueen la espalda y opriman el abdomen.
• Meteorismo, ventosidades.

En ocasiones, estos síntomas se pueden aliviar después de que el recién nacido haya depuesto o expulsado gases. Aunque las características de estos cólicos están claras y aceptadas, las causas de su aparición generan dudas entre los expertos.

Causas de los cólicos del lactante

Hasta el momento, no se han determinado unas causas que sean específicamente desencadenantes de los cólicos. Sin embargo, existen varios factores que contribuyen a su aparición y que se exploran como posibles causas. En función de su naturaleza, se clasifican como 01 y 02 :

Factores gastrointestinales

Inmadurez intestinal. El aparato digestivo de los bebés todavía no se ha desarrollado del todo y esto podría complicarles la completa absorción de la lactosa. Esta dificultad aumentaría el gas por fermentación y fomentaría la distensión abdominal y el dolor.

Alergias o intolerancias. Algunas evidencias señalan una leve relación entre los cólicos y las intolerancias a la lactosa y los azúcares.

Problemas de alimentación. Algunas exploraciones también han determinado que los cólicos del lactante pueden tener su origen en la falta de alimentación, la sobrealimentación o el aumento de la deglución de aire (es decir, falta de eructos suficientes) 03 y 01.

Otros factores

• El aumento de la hormona intestinal motilina puede determinar la aparición de cólicos.
• Se cree que las situaciones de estrés o ansiedad en el entorno familiar pueden contribuir a la aparición de estas molestias.
• También se ha explorado la posibilidad de que el comportamiento del bebé pueda predisponer al cólico del lactante, si tienden a una naturaleza nerviosa, mientras que los que sean más tranquilos podrían desarrollar un efecto protector 01, 02 y 03.

Cómo actuar ante un cólico del lactante

Lo más importante que se debe hacer ante un episodio de cólico es tratar de calmar al bebé e intentar consolar su llanto. Esta puede ser una tarea complicada, puesto que no todos los recién nacidos se tranquilizan de la misma manera e incluso una misma estrategia puede no funcionar en todas las ocasiones.

Trucos para calmar a tu bebé

• Para poder afrontar los cólicos es importante tener una buena lista de estrategias para probar hasta encontrar la que funcione mejor en cada momento. Algunos trucos para tener en cuenta pueden ser 01 y 04 :
• Envolver al bebé cómodamente con una manta.
• Mecerlo suavemente o caminar con el recién nacido en brazos. Esto puede ayudarle a eliminar gases y, por lo tanto, aliviarle su molestia.
• Frotarle la tripa o la espalda, si está despierto y se puede colocar boca abajo.
• Sostenerlo en una posición erguida que pueda ayudarle a expulsar los gases.
• Llevar el bebé a pasear en coche o con su cochecito.
• Colocarlo en la cuna y reproducir sonidos de latidos o ruido blanco que puedan generar un ambiente relajante.
• Llevar el bebé cerca del cuerpo. No es necesario que sea en brazos, un portabebés puede ser muy buena opción.
• Atenuar las luces, eliminar estimulaciones visuales y cantarle.

Además de estas tácticas, existen otros factores que pueden ayudar a la hora de calmar a un bebé con cólicos:

Cambios en la forma de alimentación. Observar los hábitos a la hora de alimentar al bebé puede determinar cambios positivos. Si se le da el pecho, es recomendable que termine la primera mama antes de darle la otra, puesto que al final del vaciado se encuentra la leche postrera, mucho más rica y calmante. En el caso del biberón, puede ayudar a encontrar distintas posturas a la hora de la toma que mejoren su digestión, como en posición vertical y con golpecitos en la espalda antes de acabar 01 y 04.

Cambios en la dieta. Si ninguna de las estrategias anteriores funciona, se puede probar a modificar la dieta del bebé. Por un lado, si toma fórmula, puede ser buena idea probar con distintas marcas de composiciones diferentes. Por otro lado, si se está amamantando al bebé, la madre puede probar una dieta libre de alérgenos comunes como los lácteos o los frutos secos, así como eliminar alimentos con potencial irritativo como la cebolla o la cafeína.

En general, los cólicos del lactante acaban desapareciendo entre los 3 y los 4 meses de vida sin presentar ninguna complicación. Sin embargo, si los llantos se prolongan o aparece algún síntoma nuevo, la mejor opción es consultar siempre con su profesional médico de referencia.

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